El desembarco de las cámaras sin espejo por parte de las principales marcas, ya está aquí.

Pues finalmente el verano de 2018 ha sido cuando por fin, tomaron cuerpo los pronósticos que cada año se venían escuchando acerca de la sucesión de tecnologías en la fotografía, abanderada por las cámaras sin espejo full frame.
Lo de Sony ya había dejado de ser una aventura anecdótica, para convertirse en una opción más que real, y las clásicas, Canon y Nikon, han tenido que mover ficha.

 

¿El comienzo del fin de la fotografía réflex?

No corramos tanto. En el mundo de la fotografía, aunque no lo parezca, los pasos importantes se dan despacio. Canon y Nikon no tenían ninguna necesidad de meterse por ahora en estos líos donde ocupan una posición dominante, pero el mercado es el mercado y la competencia está ahí precisamente para empujar hacia adelante los cambios en innovación.
Como siempre he pensado, el sistema réflex es un mecanismo antiguo que hoy en día ya casi ha tocado techo y no puede avanzar. El espejo es el muro que encuentran las innovaciones, así que la presentación por parte de Nikon del sistema Z y de Canon del sistema R, viene a mostrar el camino de por donde irá la fotografía en los próximos años.

Como fotógrafo profesional que trabaja con 5 cuerpos réflex, los cambios los adopto con calma y calculando muy bien cada paso que doy. Con los años me he vuelto más práctico y no suelo caer en las compras por capricho arrastrado por la novedad.
No tengo ninguna duda de que en unos años estaré trabajando con equipos «réflexless» pero ahora mismo no me veo utilizando ópticas acopladas a un adaptador, ni cambiando de golpe todo el equipo, como digo, ni es inteligente, ni es práctico.

 

La oferta de cámaras sin espejo, amplia y en algunos casos, madura.

Antes que Nikon y Canon, grandes marcas ya habían cortado la maleza y hecho el camino que los recién llegados ahora andan.

Si empezamos ordenando las marcas por el tamaño del sensor de sus modelos sin espejo, Olympus y Panasonic con sus Micro Cuatro Tercios cuentan con un catálogo que sinceramente, me sorprende que haya llegado hasta donde ha llegado. Nunca tuve fe en este sistema con ese pequeño sensor, pero el tiempo les ha dado la razón y han encontrado su nicho. Eso si, dudo que tengan capacidad de crecimiento.

Fujifilm hizo otra apuesta más que interesante con sus cámaras de sensor APS-C y su bonita estética. Sinceramente, creo que dieron en el clavo, ya que ese tamaño sí hace buena la comidilla que dice que las sin espejo son más pequeñas, pero al mismo tiempo tienen un sensor interesante. A Fuji la veo sana, innovadora y con futuro, creo que han elegido bien el lugar en donde estar.

Sony es la que ha liado todo esto definitivamente, ya que apuntó descarada y decididamente a los profesionales, y estos les abrieron los brazos. El full frame tiene mucho cartel y Sony lo supo aprovechar. Su A7 III ha sido la guinda a un pastel que Canon y Nikon veía como crecía y crecía.

Y a esto del full frame llegaron las dos grandes para redondear el cambio que viene y hacer más divertido todo esto.
El partido se pone bonito y, ahora si, la tecnología va a campar a sus anchas.

 

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