Fotografía de naturaleza en Omán

Dentro del exotismo que envuelve a un país como Omán, la naturaleza es uno de los secretos mejor guardados del Sultanato. Desde el leopardo arábigo, hasta el picogordo árabe o las cinco especies de tortuga, el fotógrafo de naturaleza que decide visitar el país, lo hace con la intención de fotografiar especies que solo puedes encontrar en escasos rincones de la península arábiga.

En este viaje he partido desde la capital, Muscat, atravesando el desértico interior del país hasta Salalah en la región de Dhofar, desde donde comencé a explorar la que para mi es la parte más interesante de Omán, el sur y el este del país.

Algunos datos acerca de Omán

El Sultanato de Omán es uno de los países más desarrollados y estables del mundo árabe. Se encuentra en la costa oriental de la península arábiga y es fronterizo con Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Arabia Saudita. Actualmente su población apenas supera los tres millones de habitantes, lo que supone que la mayor parte de sus 309.500 km² están deshabitados. La religión predominante es el Islam y políticamente el país se rige por una monarquía absoluta.

Cordillera de Dhofar – Omán

Fotografiando la naturaleza de Omán

Si tuviera que determinar la dificultad a la hora de avistar y fotografiar naturaleza en Omán, lo haría dividiéndola en dos grupos, por un lado clasificaría las aves, los paisajes y la fauna marina, y por otro lado los mamíferos terrestres, que a excepción de los camellos (ganado en este país), ofrecen gran complejidad dada la baja densidad, la inmensidad del territorio y su carácter esquivo y desconfiado.


Si tu objetivo en Omán son los mamíferos, debes tener en cuenta que los tiempos han de ser mayores y armarte de paciencia, ya que tendrás que estudiar concienzudamente la especie y su territorio, disponer de tiempo y seguramente contratar a un guía local.
En Omán habita el lobo, la hiena, el zorro, cabra montesa, el guepardo y el leopardo, algunos de ellos especies o subespecies únicas de la región.


En mi caso, planteamos un recorrido circular por todo el país con un tiempo limitado, dejando en manos del azar dichos encuentros, lo que obviamente hizo que nuestras posibilidades disminuyeran drásticamente.

Paisajes de Omán

Por otro lado, el fotógrafo paisajista puede encontrar en Omán una cantera increíble de imágenes espectaculares, ya que toda la cadena montañosa del este del país está formada por intrincadas formas que cambian de color y composición a cada kilómetro. El problema, como casi siempre, la luz. Durante un rato al amanecer y otro al atardecer, merecerá la pena fotografiar el paisaje, ya que el resto del día la luz es durísima, lo que te obliga a dormir en el campo, generalmente casi siempre lejos de cualquier pueblo.

Las aguas de Omán albergan gran cantidad de fauna. Dando un paseo por la playa, puedes ver a simple vista delfines jorobados muy cerca de la orilla, tortuga verde o cormoranes pescando. Si contratas una salida en barco, obviamente las posibilidades se multiplican.

En la parte más inaccesible de la cordillera de Dhofar, se encuentra una de las seis especies de dragos que habitan en el mundo, el Drago de Saba o Drago de Yemen. Si visitas la zona, fotografiarlo se presenta como una oportunidad única dada la mística que les rodea. Puedes ampliar información visitando el artículo de mi amigo Juanjo Ramos.

 

Drago de Saba – Dracaena serrulata

 

Fotografiando aves en Omán

En la actualidad, en Omán pueden llegar a verse más de 500 especies de aves entre residentes y migratorias a lo largo del año, algunas de ellas especialmente atractivas y exclusivas de la región. Todo el país está salpicado de charcas, wadis (oasis), estuarios, desembocaduras de barrancos, playas en su extremo este, etc, donde la presencia de aves es incesante.

Si dispones del tiempo suficiente, lo recomendable es explorar el punto que nos interesa y montar un hide de madrugada, previo a la salida del sol, en ese caso los resultados serán fantásticos. En la actualidad no existe restricción para acampar o montar un escondite en el lugar que precises, lo cual facilita las cosas.

Todo ello no debe impedir que olvides los principios básicos de respeto por el entorno y las especies que vas a fotografiar. En algunos lugares es posible acercarte al punto de agua lo suficiente con el vehículo y obtener buenas fotos, y en otros tendrás que hacerlo a rececho, de manera pausada y tanteando la respuesta de las aves.

Flamenco común – Phoenicopterus roseus

 

Las lluvias monzónicas el sur de Omán

En un principio podríamos pensar que Omán es un país con escasos recursos hídricos, pero lo cierto es que aunque reina el desierto, las cadenas montañosas del sureste en la región de Dhofar, capturan las lluvias monzónicas provenientes de India desde finales de junio a principios de septiembre, llevando a cabo una de las transformaciones del paisaje más radicales que puedas imaginar.

Lo que previamente ha sido un territorio árido y caluroso, se convierte de pronto en un manto verde y exuberante, sorprendente e inesperado. De manera acertada o no, decidí fotografiar naturaleza en Omán el mes de abril, al fin de la temporada seca, lo que a priori maximiza las probabilidades de avistamiento de fauna en las inmediaciones de las zonas de agua.

Equipo para fotografiar naturaleza en Omán

Como en todos los viajes fotográficos, el equipo dependerá de cuales sean tus metas. En un país como este que cuenta con bastos paisajes y fauna esquiva, agradecerás no escatimar en focal. También deberás meter en la mochila un angular, algunos filtros y por supuesto el trípode. Puedes tener la tentación de llevar algunas focales fijas intermedias pensando en retratar a los omaníes, pero te adelanto que no les hace mucha gracia. Si es un viaje de naturaleza, céntrate en esto, obtendrás mejores resultados.

Una óptica macro puede venir bien en un momento dado, sobre todo para aprovechar las luces intermedias del día utilizando un pequeño reflector/translúcido. Por otro lado, la fauna marina es muy fácil de observar, incluso dándote un simple baño en la playa, así que algún sistema sencillo de protección acuática como los de Ewa-marine o directamente una GoPro, pueden brindarte grandes tomas. Los wadis también pueden ser otro escenario adecuado para experimentar con fotografía subacuática.

Por último, si vas en serio, puedes valorar el llevarte un pequeño hide, que si es de mediano tamaño, te permitirá pasar la noche en su interior en multitud de localizaciones. No olvides llevar material de limpieza para el equipo, ya que convivirás con el polvo, la arena y el salitre durante todo el viaje.

Foto. Juanjo Ramos

Compañeros de viaje

Despido el artículo con un autorretrato de mis dos compañeros de viaje y un servidor. Éste ha sido un viaje duro, miles de kilómetros recorridos, desierto inhóspito, calor infernal y grandes compañeros. Sin esto último, fotografiar naturaleza en Omán podría haber sido un infierno, ha sido un placer. Un abrazo para Dani y Juanjo.

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