La sal rosa de Omán

Si las salinas son de por sí lugares muy fotogénicos, las extrañas salinas de color rosa que se encuentran en algunos lugares del mundo, son especialmente atractivas al ojo del fotógrafo.
Una alta salinidad y la micro-alga Dunaliella salina parecen los condicionantes para que algunos lugares luzcan así de llamativos.
En el Este de Omán, frente a la isla de Masirah, se encuentra esta salina que parece sacada de otro planeta. Una laguna infinita que llega hasta el mar, donde el único movimiento que se aprecia, es el de los recolectores de sal.
El tono frío del cielo, contrasta con los cálidos colores de la sal, que equilibran una composición inquietante, pero muy atractiva. Puedes pasar horas componiendo que jamás te cansas.

Sin vida, a simple vista

Que no se vea, no quiere decir que la vida en este duro ecosistema no exista. De hecho, gracias a pequeños crustáceos, microorganismos, halobacterias o algas que lo conforman, se hace posible esta rareza donde solo especies adaptadas a la alta concentración salina, pueden sobrevivir.

Por si no fuera suficiente con la belleza de la propia salina, los jóvenes omaníes que aparecen en las fotos, pusieron el contrapunto compositivo perfecto. Fueron muy amables al dejarme fotografiarlos mientras realizaban la recolección de la sal, e invitarme a llenar una bolsa que pude traerme a casa.
Tras las fotos tomamos té, charlamos sobre su trabajo, sobre Omán y acerca de mi lugar de procedencia.
Una experiencia completa que se acerca bastante a lo que es para mi un viaje. Conocer, fotografiar, compartir, aprender.

Si te interesan los paisajes con aguas coloreadas por la naturaleza, puedes visitar este articulo de National Geographic con algunos ejemplos muy llamativos.
Espero que este artículo te haya gustado. Me encantaría saber que te ha parecido.

Hasta pronto.

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